El valor en efectivo se acumula con un interés vinculado a un índice de mercado. Este tipo de póliza permite aprovechar los incrementos del mercado sin riesgo de pérdida, ya que el crecimiento del valor en efectivo tiene un límite máximo (techo) y un mínimo garantizado (generalmente 0%), lo que asegura que no haya pérdidas incluso en años de baja en el mercado.

El IUL ofrece flexibilidad en cuanto a la cantidad de la prima y la cantidad de cobertura, lo que permite al asegurado ajustar su póliza según sus necesidades a lo largo del tiempo.

El valor en efectivo crece con ventajas fiscales, lo que significa que los fondos dentro de la póliza no están sujetos a impuestos hasta que sean retirados. Si decides retirar dinero de tu póliza, este estará sujeto a impuestos según las ganancias obtenidas. Sin embargo, si decides tomar un préstamo en lugar de un retiro, los fondos no están sujetos a impuestos.

Al igual que el seguro de vida permanente, algunos IUL también ofrecen beneficios en vida. Esto permite al asegurado acceder a parte del beneficio de la póliza si se enfrenta a situaciones difíciles, como una enfermedad crítica, enfermedad crónica o enfermedad terminal.

Enfermedad Crítica: Se activa si el asegurado es diagnosticado con una enfermedad grave como un ataque al corazón, un derrame cerebral, cáncer, insuficiencia renal o la necesidad de un trasplante de órganos.

Enfermedad Crónica: Se aplica cuando el asegurado ya no puede realizar de manera independiente al menos dos de las seis actividades básicas de la vida diaria: comer, bañarse, vestirse, ir al baño, desplazarse o mantener continencia. También puede aplicarse en casos de deterioro cognitivo severo, como el Alzheimer.

Enfermedad Terminal: Se activa si a la persona se le diagnostica una condición con una expectativa de vida de 12 a 24 meses, según la póliza.